martes, diciembre 09, 2008

LEVÍ Y Y SU TELONIO.


LEVÍ Y Y SU TELONIO.

Mientras Jesús recorría

Los pueblos y las aldeas

De Judeá y Galilea

Llevando la gran noticia

Que llegó la Redención

Que les enviaba el Señor,

Un día acertó a pasar

Muy cerca a cierto lugar

Donde había un publicano

que cobraba los impuestos

a favor de los romanos,

muy embebido en su puesto…

Jesús se acercó sin más

Y le dijo: “ Ven Conmigo ¡”

Le llamaría Tomás

Siendo su Apóstol y amigo…

Los añejos fariseos

Aferrados con pasión

Y envenenados deseos

A la vieja tradición

Miraban con mucho enojo

A Jesús por su amistad

Con esa clase de gente

Y por eso que su mente

Llena de negra maldad

Reprobaba esa actitud

Y odiaban mucho a Jesús…

Pero como Aquel veía

De cada uno la esencia

Y no sólo la apariencia

Sin aprensión escogía

A quien su sabiduría

Hallaba buen elemento

Por eso en ese momento

Elegía a un publicano

Para ser su pregonero

Apóstol y misionero…

Aquel mentado Leví ,

El odiado publicano,

Abandonó su telonio

Y dejó atrás su pasado

Para dar su testimonio

Reconociendo al Mesías

Y en su vida seguiría

Sus divinas enseñanzas

Y a través de sus andanzas

Predicó a su Salvador

Y de su resurrección

Sería otro fiel testigo

Como todos sus amigos

Elegidos por Jesús

Y dejado su telonio

Sellaría el testimonio

Con su propia sangre y vida…

Pero antes tropezaría

Con una gran tentación

Y profunda desazón

Por su muerte en una Cruz

Que tiraba por los suelos

El reinado de Jesús

Antes de subir al Cielo.

Como lo había anunciado,

Jesús ya resucitado

Se apareció a sus amigos

Y todos fueron testigos

De que cumplió su promesa

Aunque una inmensa sorpresa

Se llevaron todos juntos

Al ver a Jesús con vida

Pensando que era un fantasma.

Jesús les llama a la calma

Diciendo : “Paz a vosotros”…

“ ¿Tenéis algo de comida?

Tras ver su Divino Rostro

Henchidos fueron de gozo

Ante episodio tan bello…

Tomás no estaba con ellos...

Cuando llegó a reunión,

“! Hemos visto al Salvador ¡”

Dijeron entusiasmados…

Pero Tomás desconfiado

replicó, : “Mientras no vea

la llaga de su costado

y meta en ella mi mano,

seguro, no creeré! “...

después de hacer tal alarde

antes que acabe la tarde,

se hace presente Jesús

que había muerto en la Cruz

“¿ Querías verme Tomás?

Aquí estoy!-Mete tu mano

En la llaga del costado.

Por favor no dudes más! “

Tomás cae anonadado

A los pies del Salvador:

“ Oh Señor mío y Dios mío!”…

“Tu porque has visto has creído!

Felices los que creyeron sin ver!”

Y Tomás, con esa duda

Nos sirvió de mucha ayuda

Para afianzar nuestra fe.

ORIGINAL

P. RENATO ALVAREZ LIZAMA.

MISIONERO REDENTORISTA.

CONVENTO SAN ALFONSO.

CAUQUENES- 9 DE DICIEMBRE 2008.

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