APIS APIS …
En los tiempos aciagos que vivimos,
Llenos de polución y cruel violencia,
En que el hombre se esfuerza con cinismo
De acabar con la sana convivencia,
Mientras se esmeran los sabios y la ciencia
En buscar otras sendas y caminos…
Nos admiramos sin duda cada día
De los avances de la sana técnica,
Y de muchos inventos asombrosos,
Que son sólo una réplica imperfecta.
Sobre todo nos llama la atención
La muy notoria reducción
De todos sus componentes
Y sólo paramos mientes
Tras de muchas tentativas
Que mucho antes existían
en la tierra seres vivos
perfectos y microscópicos
casi invisibles, activos,
orillando seres cósmicos…
A poco andar podemos descubrir
Que nos rodea en la natura entera
Innumerables insectos e himenópteros
Organizados en perfecta forma,
Y gobernados por muy sabias normas.
Entre todos descuellan himenópteros
Que nos regalan la sabrosa miel…
Apis-apis lo nombran los zoólogos.
Estratos milenarios nos dan fe
De su existencia igual que en nuestros días…
La laboriosa abeja en frágil cuerpo
Lleva instrumentos para su labor
Que realizan con gran dedicación
Que cumplen cabalmente día a día
En cada estación de su precioso tiempo.
Tiempo muy reducido en su estadía…
Que en períodos normales son diez días…
Días y noches de sólo actividad
Sin ni un solo minuto de solaz…
Mientras las nodrizas alimentan las crías
Las obreras recorren los espacios
Recolectando el polen de las flores
Madreselvas y rosas y geranios,
O libando el dulce néctar que es la miel…
Ni duermen ni descansan en sus noches,
Laboratorio vivo la colmena,
Madurando la miel en sus alvéolos,
Con acuciosidad y sin derroche…
Cada colmena forma una colonia,
Con una reina que sin ceremonia
no es reina mas sí madre universal.
Seleccionada aún antes de nacer
En el alvéolo donde acaba de poner
La reina antigua un huevo sin pensar
Que dará origen a una sucesora…
Las nodrizas desde aquella hora
Lo trasladan a una celda real
Recibiendo un alimento especial
Que hará crecer más rápido su cuerpo…
Nacerá solamente en doce días
En lugar de veintiuno como el resto
Que dará origen a la abeja obrera…
Recién nacida busca en la colmena
Una émula posible y la elimina
Tras de aquella desigual contienda
Pues no puede existir más de una reina.
Asegurada así la primacía,
Sale en vuelo nupcial en el espacio
La siguen por los aires muchos machos.
Finalmente el más fuerte la domina
Fecundando a la reina de por vida.
El zángano, cumplida su misión,
Caerá muerto sin más remisión…
Allí comenzará la gran tarea:
La de sembrar la vida en la familia…
Exclusivamente tiene la semilla…
Tres mil huevos coloca diariamente
en las celdillas hechas por la abeja,
a la medida de cada pasajero:
ya sea de la abeja laboriosa,
ya sea de los machos necesarios
y perpetuar así la sucesión,
en una construcción maravillosa
que regula la forma de presión
sobre el abdomen de la joven reina
al meterlo al alvéolo en cuestión
y el resultado será un abeja obrera
o un tolerado zángano varón
que en nada aporta en sana convivencia
como no sea el mermar de la despensa.
Pasado ya el tiempo de fecundación
Los zánganos son blancos de persecución:
El total exterminio es su sentencia
Las abejas cumplen sin misericordia:
Primero le inoculan su veneno
Y su cuerpo lo arrojan lo más lejos…
Esa conducta no origina discordia,
Cumplido ya del zángano el papel…
En tanto las abejas madurarán la miel:
Su cuerpo que es un buen laboratorio
Transforma el dulce néctar de las flores
En el rico manjar de nuestra mesa…
Tanta energía tiene este manjar,
Que el ser humano podrá sobrevivir
Con sólo diariamente consumir
Cien gramos de este mágico elixir,
Más el zumo de una media naranja.
Considerad que es mucha la ventaja
Sobre todo en una larga excursión.
Terminada esta larga exposición
Con respecto de la vida de la abeja,
Sin embargo el cronista aún te deja
Muchos temas amenos e importantes
Para conocer en toda su extensión
De este himenóptero la perfección.
POEMA ORIGINAL.
P. RENATO ALVAREZ L.
MISIONERO REDENTORISTA.
CONVENTO SANB ALFONSO.
CAUQUENES- 31.XII-2008.
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