miércoles, marzo 19, 2008

EL BESO DE JUDAS.


EL BESO DE JUDAS.

Cuando en las tierras de la Palestina

La Palabra de Dios se hizo Persona,

Y enseñó a los humanos su doctrina,

eligió entre los hombres de esa zona,

Doce apóstoles que fueron los pioneros

En plantar las bases de la nueva fe.

Y en sembrar la semilla del Evangelio.

Pasando junto al mar de Galilea

encontró a dos hermanos pescadores,

Simón y Andrés, hijos de Juan,

Y les pidió que asumieran su tarea:

“En adelante os ganaréis el pan

Redimiendo los seres humanos…”

Poco después halló a otros dos hermanos :

A Santiago y a Juan zurciendo redes.

Los llamó y le siguieron de inmediato,

(Sin que la invitación fuera un mandato).

Dejando allí en la playa sus enseres.

A Leví lo encontró junto al telonio,

Cobrando los tributos del imperio

Y también lo llamó a dar testimonio

Poniendo en juego su sabio criterio.

Finalmente enteró doce elegidos.

El último de todos los llamados

fue Judas Iscariote , conocido

Judío que esperaba un nuevo rey

Que gobernara el pueblo de Israel.

Creía firmemente haber llegado

para su pueblo la liberación

del ominoso dominio extranjero.

Por eso aceptó sin más la invitación…

Lo malo era su afición por el dinero.

Fue testigo sobrados los tres años

De los muchos milagros y prodigios

Que el Divino Maestro, sin engaños,

Hacía ante su pueblo sin resquicios.

A Lázaro lo vio resucitado

Después de cuatro días sepultado…

A los ciegos, lisiados y leprosos

Por obra de Jesús recuperados,

En virtud de poderes milagrosos.

Recibió con los otros el poder

De sanar los enfermos incurables

Y expulsar los demonios deleznables.

mas la intención de aquel Apóstol Judas

no era precisamente espiritual…

El Maestro le confió las finanzas,

y él llevaba la bolsa del dinero

donde Judas guardaba las ayudas

que llegaban del pueblo en las andanzas,

mas el acopio no llegaba entero

a los gastos del santo ministerio,

pues guardaba a su amaño su porción,

no dejando pasar cada ocasión.

Se presenta ante Cristo una mujer,

que iba mucho tiempo tras su rastro,

pensando que era enviado de Yaveh

y para demostrarle un gran amor,

rompe un vaso precioso de alabastro

y derrama en sus pies su contenido

que era un fino perfume de valor,

besándolos con llanto compungido

y los enjuga con su cabellera…

Judas se queda muy desengañado

pensando ser el acto un desperdicio:

que influía seriamente en el erario,

“ Pudo venderse en trescientos denarios!

Para después donárselo a los pobres”…

No era que le importara mayormente

Hacer la caridad con los más pobres,

Sino que lo guardaba malamente.

Al anunciar Jesús sus sufrimientos,

su gran desilusión llegó al extremo…

Pensaba conseguir en el reinado

Puesto importante y bien remunerado.

Mas pronto viene la desilusión!:

Jesús les ha anunciado su pasión…

Y al suelo se le van esos proyectos…

Ya no habrá mas reinado al estar muerto…

Ya conoce los pérfidos deseos

De la secta de viejos fariseos…

y así en más para no perderlo todo,

se adentra en el pantano y en el lodo

y elucubra en su mente la traición!...

Se apersona ante el máximo pontífice,

y le ofrece entregarle al Nazareno.

y comienza con ello a ser artífice

De ominosa traición al Nazareno.

Al pedir los verdugos una seña,

Les dice:”yo le debo dar un beso!...

Así conoceréis cual es Jesús…”

En el Huerto resuena entre las breñas

la algarabía de los aprehensores

que vienen en la busca de Jesús

e irrumpen en el huerto los olivos,

con espadas, con lanzas y faroles.

y Judas encabeza aquel gentío…

Se acerca a Jesús muy solapado

Y estampa un frío beso en su mejilla,

disimulando así haberle entregado…

Jesús con calma ante la cuadrilla,

le dice a Judas: “ Con un beso entregas

a tu gran amigo el Hijo del Hombre ¿”

Ya le había anunciado su traición.

Con ellos compartió la última cena

y al terminar esa gran reunión,

les anunció con una gran tristeza:

“Uno de vosotros me entregará! “

El apóstol Judas con desenfado,

:”Por si acaso, Maestro, seré yo ¿”

Y respondió Jesús, muy contristado:

“ Pues lo que tu dijiste es lo mas cierto”…)

Y Judas contrariado, dejó el Huerto.

Entretanto Jesús fue sentenciado

por Pilato a morir crucificado…

Judas con encontrados sentimientos,

desconfió del perdón del Nazareno

y movido por cruel remordimiento

por haber traicionado a un Hombre Bueno,

al Pontífice de nuevo se apersona

y le dice:“ He vendido a un inocente!

Y doy por cierto que El ya no me perdona.!”

Y en el templo arrojó sus estipendios

que eran precio de venta del Mesías…

Aquel alto miembro del Sanedrín

niega cínicamente su alevosía

y que tenga que ver con ese fin…

Judas se encuentra muy acorralado

y al verse sólo como traidor,

no piensa para nada en el perdón,

y en el bosque se adentra anonadado

y allí se cuelga muy desesperado...

Desaprovechó la Bondad Divina,

Mientras fue tiempo de obtenerla…

Cuando puede enmendar, él más se obstina,

Y así termina su corta carrera…

Sin duda que nos llama la atención

Y nos escandaliza su traición…

Y más de un vez seguimos su ejemplo…

Decimos amar a Dios con la boca,

Y con los hechos hacemos otra cosa…

Materia muy oportuna para meditar

en esta Semana Santa en la soledad…

POEMA ORIGINAL.

P. RENATO ALVAREZ LIZAMA.

MISIONERO REDENTORISTA.

CONVENTO REDENTORISTA.

CAUQUENES. CHILE.

19---MARZO---2008.

DIA DE SAN JOSÉ EN SEMANA SANTA.

domingo, marzo 02, 2008

IRÉ A LA CASA DE MI PADRE “…


IRÉ A LA CASA DE MI PADRE “…

Había en una villa de Israel

Un hombre muy tranquilo y observante,

Que vivía feliz en su vejez,

Al tener sus dos hijos rozagantes.

El mayor era muy trabajador,

Apegado a su padre y obediente.

El segundo era flojo y rezongón,

Llevado de su idea, independiente.

Un día se presenta ante su padre

Y le pide sin más, parte en la herencia,

Porque quiere partir por otros aires,

Pues no se encuentra bien en la querencia.

Al padre se le parte el corazón,

Pidiéndole a su hijo que no lo haga,

Mas aquel no se entrega a la razón,

Sin temer consecuencias muy aciagas…

Recibida su parte de la herencia,

Se va despreocupado por el mundo,

Priva al progenitor de su presencia,

Causándole un disgusto muy profundo…

Despilfarrando sus cuantiosos bienes,

En juergas sin asunto y meretrices,

Y un enjambre de amigos lo entretiene,

Que a su sombra le siguen muy felices…

No dura mucho tiempo esa bonanza,

Ya que todo era gasto y mucha fiesta…

Y tras de aquella prolongada holganza

Llegó la bancarrota manifiesta,

Ya no habiendo en sus arcas más dinero.

Y pasados los días de abundancia.

Los amigos muy pronto se le fueron,

Y él quedó a la deriva y sin ganancia.

Sufría aquel lugar gran escasez,

Y el hijo vividor mucha pobreza,

Llegando hasta el extremo su estrechez.

Sumido en la amargura y la tristeza.

El hambre acicateaba al desdichado.

No había quien le diera compasión.

Sucedió que un vecino del poblado

Tenía una gran piara en la región

Y le envió a cuidar cerdos en su predio.

Allí les envidiaba las bellotas

que les daba a los puercos, sin remedio,

A sus cuitas y múltiples congojas…

Al pensar en su estado miserable,

Se puso a meditar en su locura

De abandonar la casa de su padre,

Donde encontraba permanente holgura.

Y pensó:”Allá en la casa de mi padre,

El último inquilino asalariado,

No tiene hambre y se duerme bajo techo!

Y yo en cambio como hijo malhadado,

Padezco hambre y me hallo muy deshecho!

Iré junto a mi padre y le diré :

“Yo pequé contra el cielo y contra ti!

No merezco me vuelvas a querer

Como hijo, pues mucho te ofendí.

Te ruego me recibas como siervo

O esclavo a tu servicio en tu heredad!…

Para mí eso sería un buen acuerdo!”

--- Mas el padre le trata con bondad,

Le manda levantarse desde el suelo,

Su pecho henchido de felicidad

Y da gracias a Dios que desde el cielo

Le ha devuelto a su hijo hasta su suelo.

Manda pronto a un criado hasta el corral,

A buscar el ternero más cebado

Y organizar la fiesta más cabal

Porque su hijo perdido ha regresado…

“¡Traigan sandalias y vestidos nuevos

Pues hay que hacer gran fiesta

Celebrando que el hijo habia vuelto!

Mi hijo estaba muerto y ha resucitado!”

El hijo mayor vuelve del trabajo,

Y al llegar y ver tanta algarabía,

Pregunta:”¿Para quién los agasajos?”

¡Es tu hermano menor que llegó hoy día

Y tu padre está loco de contento!

Y mandó degollar un gran ternero

Y celebrar así este magno evento.”

El hermano mayor muy disgustado,

Se niega a disfrutar de aquel encuentro.

Su padre llega muy apresurado

A convencer al hijo de que se una

A la fiesta común por la alegría

De recobrar al hijo de su entraña

Perdido tanto tiempo de su vida…

Mas el hijo mayor por pura maña,

Mezclada con un celo exagerado,

Le responde a su padre muy dolido:

“ Yo que siempre estuve a tu lado,

Trabajando y cumpliendo tu pedido

y sin embargo nunca me has dado

ni siquiera un cabrito desnutrido

para pasarlo bien con mis amigos;

pero al llegar este hijo descocado

que dilapidó cuantiosos bienes

has sacrificado el ternero más cebado

y haces gran fiesta para agasajarlo…

El padre atentamente lo ha escuchado

y lleno de amargura le replica:

“Hijo querido, lo que tú reclamas,

Es muy cierto y se que tú me amas,

Pero también es cierto que mi súplica

Tú debes atenderla por tu hermano.

Tú siempre estuviste conmigo

Y lo que es mío fue siempre tuyo.

Y pudiste gozarlo con tus amigos…

El había muerto y ha resucitado,

Estaba perdido y está a nuestro lado.

¿Cómo quieres pues que no sienta orgullo

Y no celebre bien este regreso?”…
Así el Padre Celestial del Cielo,

Espera con piedad a los ingratos

Que dejaron su casa en este suelo,

Volviéndole la espalda al Sumo y Santo…

POEMA BÍBLICO ORIGINAL.

P .RENATO ALVAREZ LIZAMA.

MISIONERO REDENTORISTA.

CON VENTO SAN ALFONSO.

SEPTIMA REGIÓN. CHILE.

18_.FEBRERO-2008.