¡ Qué descansada vida ¡
Escribió el monje poeta :
“¡ Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
Y sigue la escondida
Senda por donde han ido
Los pocos sabios que en el mundo han sido ¡ “
Oigamos el bullicio lacerante
Y estridente que nos brinda doquier
El mundo bullanguero, acelerado,
Que a ratos nos incita a enloquecer,
Y veremos no ser exagerado
El aserto del monje anacoreta
Que muestra a nuestra vida esa otra meta.
En el mundo moderno hay el prurito
Por, ser era electrónica. de usar,
con mini-componentes y otros tipos
para cualquier sonido amplificar.
No importa atosigar con decibeles
Al paciente auditor que así soporta
Impotente ese ruido que le duele…
Hay en cambio en el mundo monasterios
Inmersos entre bosques milenarios,
Donde hay quienes meditan los misterios
De nuestra santa fe ante los sagrarios
Hallando mucha paz en soledad.
Y orando porque reine la bondad.
En estrecho contacto con la tierra,
Laborioso trabajo los aferra
A una espiritual realidad
Allí están muy alertas los sentidos .
Y se abstrae con gozo de los ruidos
Admirando las muchas maravillas
Que plasmó el Creador en la natura,
El arroyuelo con sus aguas puras.
El trinar de admirables avecillas.
Las polícromas flores muy variadas.
Minúsculos insectos que pululan
Casi invisibles en la verde jungla.
Viven lejos de toda mezquindad.
Entonando con gozo sus salmodias
En medio de muy densa oscuridad.
Allí cantan los monjes a la gloria
Del Supremo Hacedor que en las alturas
Escucha la oración de sus criaturas,
Diariamente en los claustros milenarios.
Mezclando aquellos salmos con rosarios,
En esos, monasterios los ascetas,
Guardianes de la auténtica cultura,
Conservaron en viejas bibliotecas
Inéditas valiosas escrituras,
Testimonios de sabios escritores
Que pacientes hurgaron los anales
A veces milenarios de cultores
De de las ignotas ciencias ancestrales.
Así en esa amalgama misteriosa
De lo humano y divino esos ascetas
Trabajando la tierra generosa
Muy confiados derecho hacia su meta.
Alaban al Creador con suaves cantos
Y salmodias al Santo de los santos.
Así pasan su vida consagrada
Esos monjes que optaron la elección
De seguir el camino del Señor.
Su vida de los ruidos alejada.
Siempre alzando su mira a las alturas
Contemplando la gloria del Dios Bueno,
Alabándole en toda criatura,
Con ánimo esforzado y muy sereno.
“!Què descansada vida
La del que huye el mundanal ruido,
Y sigue l escondida senda por donde han ido
Los pocos sabios que en el mundo han sido! “
POEMAORIGINAK.
P. RENATO ALVAREZ LIZAMA.
MISIONERO REDENTORISTA.
CONVENTO SAN ALFONSO-
CAUQUENES-22- XI-2006.
3 comentarios:
Se borro el poema anterior padre , del arca dd noe :(
La imagen lindisima y tien una aire a la igelisia de san Alfonso :D
Que descansada vida , precioso poema como siempre padre...
La imagen lindisima y tien una aire a la igelisia de san Alfonso :D
Que descansada vida , precioso poema como siempre padre...
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