EL BUEN SAMARITANO…
En añosas tierras de
La cuna de los viejos filisteos,
Se encuentra la provincia Samaría.
Otrora la habitaban los hebreos
Que fueron a menudo desterrados
Y enviados a naciones muy lejanas
Y sus predios y casas entregados
A gentes de comarcas muy extrañas
En tiempos de Jesús, el Nazareno,
Entre judíos y samaritanos
No existía armonía ni amor menos,
Había enemistad y desenfado
Porque eran de otra raza y religión,
Pensando ser de muy baja ralea…
Muy inferiores a los de Judea…
Conociendo aquel ambiente general,
Jesús les quiere dar una lección
De buena convivencia y de moral…
“ Bajaba por la ruta a Jericó
Un judío confiado y distraído,
Pensando en sus negocios y quehaceres,
Olvidando era tierra de bandidos…
De pronto y cuando menos lo pensaba,
Le asaltaron llevando sus enseres,
Dejándolo tendido en la calzada,
A punto de expirar por las heridas…
Pasó junto al lugar un sacerdote,
Que, miembro del Santuario del Señor,
Sabiendo que el Señor era su dote,
Al divisar aquella situación
No le tuvo ninguna compasión.
Quiso esquivar del todo el compromiso
Evitando pasar junto al herido…
Después llegó un levita numerario,
Encargado del orden del santuario.
Al ver a aquel maltrecho agonizante,
Olvidado de todos y sangrante.
En vez de socorrerlo prontamente.
Continuó su camino muy campante…
Finalmente pasó un samaritano,
Hombre rico y experto negociante,
Para quien ese tiempo era precioso,
No más ver a aquel hombre mal herido,
Se sintió en lo profundo conmovido.
Desmontó del caballo y lo atendió.
Sacó de sus alforjas prontamente
Vino y aceite y le hizo curación,
De sus muchas heridas y hematomas
Y con gran diligencia lo vendó…
En su propio caballo lo montó
Y con él descendió de aquellas lomas
Llevándolo a la venta del lugar…
Allí se lo confió a los de la venta,
Pagando anticipado su atención
Diciendo que responde de la cuenta
De todo cuanto hubiere de pagar.
Después de asegurar buena atención
Continuó sin más trámite el camino
Para llegar por fin a su destino…”
Al terminar Jesús su exposición
Ante un público atento y expectante,
De entre los cuales un espectador
Le había preguntado :”buen Maestro,
¿Puedes decirme quien será mi prójimo?”
Respóndele Jesús:”En esta historia
Que acabas de escuchar,¿Quién fue de veras,
El prójimo del hombre mal herido?”
-“Es sin duda el que usó misericordia…”
_”¡ Por cierto que muy bien has respondido!
Le replica Jesús_”Haz tú lo mismo!…”
ORIGINAL DEL
PADRE RENATO ALVAREZ LIZAMA
MISIONERO REDENTORISTA.
CONVENTO SAN ALFONSO.
CAUQUENES-CHILE.
10— DICIEMBRE --- 2007.
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