(“Dijo el necio en su corazón: No hay Dios”)
Dijo el estólido en su necia mente:
“No hay un Dios que gobierne el Universo!”
pero vano e inútil es su esfuerzo
por combatir al que es Omnipotente
y en todo el universo está presente...
Para encontrar su huella misteriosa
Bastará con usar nuestros sentidos
En medio del silencio o de los ruidos
Pues patente se encuentra en cada cosa,
Hasta en el pétalo de la humilde rosa.
Cada nota que el viento murmura,
Va tejiendo una dulce canción,
Cada rayo de luz en el sol,
Cada trino en la verde espesura
Alaban al Autor de la natura.
Los astros misteriosos que titilan,
Tachonando de luz la noche oscura,
Cual faroles colgados de la altura
Y el astro rey que a todos ilumina
Como un reflejo de la luz divina.
Cada piedra, cada árbol, cada ser
que camina o que nada en lo profundo,
o vuela por los cielos de este mundo
proclaman su grandeza por doquier.
Basta sólo usar bien nuestros sentidos
En mucha paz y lejos de los ruidos.
POEMA ORIGINAL.
P.Renato alvarez lizama.
CAUQUENES-12 –Septiembre 2002.
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