viernes, agosto 10, 2007

FLOR…


FLOR…

Entre las obras más bellas

Que tachonan la natura.

Además de las estrellas

Que son una preciosura

Que cuelgan como faroles

Y cual minúsculos soles

En la bóveda celeste,

Adornan nuestras praderas

Y en cualesquier zona agreste

O en medio una sementera

Infinita variedad

De flores multicolores.

Que nos muestran sus primores

En el campo o la ciudad

Que crecen en cualquier parte…

Cada una es obra de arte,

No sólo las flores finas

que crecen en los viveros,

Con todas las garantías:

Calefacción, buen alero.

Rica tierra y abonada,

Como las otras silvestres

Que surgen en carrizales

O en profundas hondonadas,

o en tierras nunca labradas.

Unas y otras son perfectas,

Orquídeas elegantes

En las selvas tropicales

O en las estepas desiertas

Las hay que son un primor…

En la arena calcinada

Bajo un sol abrasador

Del desierto de Atacama

Yace el germen misterioso

En que dormita una flor,

En oscuro calabozo,

Esperando la caricia

De la lluvia primeriza

Que la invite a germinar.

Se produce la eclosión

En todo el valle a la par

Y a efecto del gran calor,

Al instante por milagro

Alfombra multicolor

Que recubre todo el agro

En el desierto de arena,

Y lo que era un yermo muerto

Se convierte en un desierto

Lleno vida y vigor…

También llamó la atención

De Jesús el gran Maestro

Que veía en el desierto

El bello lirio del valle

Que no teje su vestido

Ni necesita telares

Puesto que el Padre del cielo

Con sapiencia y mucho celo,

Le confecciona su túnica

Que siempre es su prenda única

Con atractiva prestancia

Y les da más elegancia

Que la que usó Salomón

En medio del esplendor

De su riqueza y su gloria…

He visto miles de flores

Que las tengo en mi memoria

Y son todas un primor

Por su perfume y color

Por su forma y por su hechura

Y su nívea blancura

cuando no es multicolor…

Cada flor lleva en su seno

Un sin par laboratorio,

Con todos sus accesorios

Donde se fragua de lleno

Maravillosa semilla

Que se guarda con cuidado

En sarcófago sagrado

Y así estará la familia

Del almendro asegurada.

Es precioso el gineceo

Que es como el lecho nupcial,

Donde se induce la unión.

El pistilo es como un tubo

Que conduce hasta el ovario

El esperma fecundante

Fabricado en los estambres

Que rodean al pistilo.

Hará falta, sí, un agente

Que conduzca hasta el pistilo

Un granito de ese polen.

Tarea muy bien cumplida

Por la abeja laboriosa

Que en busca de su alimento,

para sí y para las crías,

hallando el dorado polen,

lo guarda en sus canastillos

y en medio de su ajetreo

lo introduce en el pistilo

y así comienza el proceso:

una semilla bendita

que al mismo tiempo es un fruto

Donde estará muy oculto

Todo el vigor y la fuerza

Del árbol hecho y derecho.

¡Bendita sabiduría

De aquel Hacedor grandioso

Que hizo el todo tan hermoso

Con misteriosa armonía…

Poema original.

P. RENATO ALVAREZ LIZAMA.

MISIONERO REDENTORISTA.

CONVENTO SAN ALFONSO.

CAUQUENES - CHILE.

10--AGOSTO—2007.

DÍA DEL MARTIRIO DE SAN LORENZO.

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