SOLA EN CUEVA MARINA…
Oh qué hermoso escuchar desde la orilla,
Trepado en un roca milenaria,
El sonoro tronar de olas inquietas,
Que chocan con las torres de granito,
Una tarde cualquiera de verano…
Esa atracción congénita al humano
Llevó a un grupo de jóvenes y niñas,
A la orilla del mar sobre una loma.
Entre risas sonoras de alegría,
alguien quiso sacar fotografías…
Una chica frisando los quince años
Queriendo producir mejor efecto,
Retrocedió hasta el borde de aquel risco,
Sin pensar que allí habría algún peligro…
Cuando menos pensó cayó al vacío,
Sumergiendo su cuerpo entre las olas…
Batalló como pudo en esas aguas,
muy inquietas ,muy frías y muy solas…
Y después de nadar sin dirección,
Emergió en una gruta muy oscura,
Librando por milagro de ahogarse.
Se aferró de una roca con salientes,
Y en ella se afincó con esperanza,
A merced de las olas y mareas.
Sólo después supo que a la gruta
Tan sólo se accedía bajo el agua…
Allí en la soledad más absoluta,
Esperó con paciencia y mucha fe
Que alguno la encontrara y la salvara…
La búsqueda iniciada de inmediato,
No dio ningún indicio de ubicarla
Y se había perdido la esperanza
De encontrarla con vida a los dos días…
Sin embargo la niña muy confiada,
Rezaba con fervor y sin temor…
Sentada en una roca dentro el agua,
Entretanto las olas la cubrían,
Al subir la marea, a la cintura
El cuerpo congelado y sin dormir
Ni comer y cuidando no caer
Ya que era inminente el ahogarse…
Y fue en ese momento culminante
Cuando su madre orando por su hija
Recibió de lo alto el gran mensaje
En que su hija mostraba donde estaba…
No se si fue intuición de madre dolorida
O un mensaje venido desde lo alto
En respuesta a los ruegos de los suyos
O la misma afectada envió a su madre
Una advertencia síquica a distancia,
El hecho es que muy temprano,
La madre buscó al buzo que comandaba
la operación de rescate y le dijo dónde estaba.
El buzo táctico aquel que conocía el lugar,
Buceó en ese mismo instante hasta la cueva indicada.
Al ver allí a la afectada muy tranquila,
Viva y con conocimiento, creía ver un fantasma…
El buzo preguntó dubitativo :
“ Dime, niña qué haces en este lugar ¿
-“ Esperando que me encuentren y me saquen de aquí!”...
”¿ Eres tu la niña que se cayó al mar?”
_ “ ¡ Ciertamente ¡y van dos días con sus noches
Que es lo que estoy esperando auxilio ¡ “
El buzo volvió a la realidad con esta respuesta,
Pues creía estar hablando con un fantasma…
Tan inverosímil era encontrarla en esas condiciones
Después de dos días totalmente perdida su pista…
Era un buzo altamente especializado,
De ese modo al instante preparó
Cuanto era necesario al salvamento
Sumergiendo a la niña en esas aguas
Y llevándola a salvo hasta la orilla.
La llevaron a un centro de salud.
Y después de un examen acucioso
Diagnosticaron importante hipotermia
Por su exposición al agua fría…
Reaccionó muy bien a los cuidados
y ya está gozado del cariño de los suyos…
deja que te pregunte, hermano que me lees:
“ ¿Crees tú en los milagros?...
Si estás entre los escépticos, es hora de empieces a creer…
Y que saques de esta historia verdadera
Las lecciones que nos dio esta adolescente
Al no perder en ningún momento su fe y esperanza…
El buzo táctico después de esta experiencia,
Confesó que daba por muy bien pagados
Los sacrificios de su profesión con esta bella experiencia.
P, RENATO ALVAREZ LIZAMA.
MISIONERO REDENTORISTA.
CONVENTO SAN ALFONSO.
CAUQUENES_ CHILE.
L6 DE OCTUBRE DEL 2007.
DIA DE SAN GERARDO MARÍA MAYELLA.